Un toro de lidia rescatado de su suerte a los tres meses de edad… Es entrañable verlo en la granja en la que vive mientras juega con otros animales y, muy especialmente, con su dueño Christpher Thomas.
ESO SÍ ES ARTE, CULTURA, EVOLUCIÓN Y BELLEZA
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Que edificante sería verlos siempre así, y no en fiestas taurinas; Detengámoslas yá por favor!!
Efectivamente, Teresa.
Los animales son nobles por naturaleza y cuando se les trata con amor y respeto devuelven ambos con creces. Nunca puede justificarse la tortura como espectáculo y menos aún en pleno siglo XXI.
Gracias por tu comentario. Seguiré luchando por los que no tienen voz.
Besos.
Pilar